Iluminación sostenible, una nueva cultura de la luz
Para mantener una buena salud es necesario que el sistema circadiano funcione correctamente. La luz es el principal sincronizador del sistema circadiano y por tanto, es importante que el día sea día y la noche sea noche, lo que implica hacer un uso adecuado de la iluminación tanto en el interior de edificios como en el exterior, y respetar un mínimo de horas de oscuridad.Los niveles de iluminación habituales en interiores en horario diurno, si bien suficientes para asegurar el rendimiento visual, son notablemente inferiores a los encontrados en el medio natural.
Por el contrario, en horas nocturnas y tanto en interiores como en el exterior, los niveles de iluminación artificial son sensiblemente superiores a los niveles naturales a los que nuestra biología está evolutivamente adaptada. Por eso, una iluminación saludable debe procurar recuperar el contraste día-noche.
Los expertos del grupo de trabajo del CEI recomiendan acompañar la difusión de la tecnología LED con acciones para el fomento de una nueva cultura de la luz que evite las tendencias al exceso tan arraigadas en nuestra sociedad, de manera que pueda lograrse de modo efectivo un ahorro de recursos gracias a la iluminación con LED, a la vez que se limite la contaminación lumínica. En esto los LED pueden ser un gran aliado si se combinan con adecuados sistemas de control para la regulación del flujo luminoso y adecuados sistemas ópticos para cada aplicación.
Este tipo de iluminación sostenible, además de cansar menos la vista, es más eficiente llegando a ahorrar hasta un 80% más de energía y su funcionamiento es similar al de un fluorescente, a los que, por ende, también están sustituyendo.
En las reformas de edificios sostenibles se sustituyen esas luces que están a diario encendidas en porterías y pasillos por otras que, además de LED o halógenas, actúan con el principio de eficiencia de encenderse cuando es necesario. Es cuestión de darse cuenta. Poco a poco damos pasos hacia esa sostenibilidad, y en la rehabilitación de edificios con visos de sostenibilidad y obtención de certificados energéticos nos encontramos que al pisar el portal, fresco y oscuro, se enciende una luz blanca que ilumina todo el espacio sin sombras difusas y que se apaga en cuanto abandonamos el lugar.
Además, esas luces, en función de la orientación, siguiendo el ejemplo, del portal, se encenderán cuando sean necesarias, sobre todo si el lugar cuenta con iluminación natural durante algunas horas del día, lo que hace innecesaria la luz hasta que empieza a oscurecer.
La iluminación sostenible
De un tiempo a esta parte se ha venido produciendo un cambio progresivo en nuestros hogares hacia una iluminación sostenible y más coherente. Los cambios de las bombillas incandescentes cuya mayor carga de trabajo producía calor en lugar de luz ha ido mutando poco a poco hacia esa iluminación que, hoy por hoy, está cada vez más en todos los hogares que es la halógena regulable y la LED. (Estas últimas llamadas a sustituir a las anteriores en breve).Este tipo de iluminación sostenible, además de cansar menos la vista, es más eficiente llegando a ahorrar hasta un 80% más de energía y su funcionamiento es similar al de un fluorescente, a los que, por ende, también están sustituyendo.
En las reformas de edificios sostenibles se sustituyen esas luces que están a diario encendidas en porterías y pasillos por otras que, además de LED o halógenas, actúan con el principio de eficiencia de encenderse cuando es necesario. Es cuestión de darse cuenta. Poco a poco damos pasos hacia esa sostenibilidad, y en la rehabilitación de edificios con visos de sostenibilidad y obtención de certificados energéticos nos encontramos que al pisar el portal, fresco y oscuro, se enciende una luz blanca que ilumina todo el espacio sin sombras difusas y que se apaga en cuanto abandonamos el lugar.
Además, esas luces, en función de la orientación, siguiendo el ejemplo, del portal, se encenderán cuando sean necesarias, sobre todo si el lugar cuenta con iluminación natural durante algunas horas del día, lo que hace innecesaria la luz hasta que empieza a oscurecer.